Race and Place (Español)

Narradora:

Todos tienen una identidad racial.

El lugar donde vives puede determinar tu calidad de vida, desde el acceso a las tiendas hasta el aire que respiras.

Y aunque Estados Unidos es cada vez más diverso racialmente, la mayoría de la gente vive en comunidades segregadas.

Vivir rodeado de gente como tú puede fomentar sentimientos de orgullo y seguridad.

Aun así, las prácticas racistas han creado legados de privilegio y discriminación.

Para mantener la segregación, los estadounidenses blancos utilizaron las protestas, la violencia y la ley.

En 1859, Oregón entró a la Unión como estado libre de esclavitud, pero declaró ilegal que los negros vivieran o poseyeran propiedades allí.

En 1940, el 80% de las escrituras de propiedad en Chicago y Los Ángeles prohibían su venta a familias no blancas y las listas rojas clasificaban las zonas, desde deseables a peligrosas mediante mapas codificados por colores en más de 200 ciudades y pueblos de Estados Unidos.

Las zonas peligrosas en rojo representan comunidades negras y multirraciales que recibieron valores de propiedad más bajos y se fueron objetivo de proyectos de desarrollo invasivos como autopistas interestatales, estadios y oleoductos, que destruyeron barrios enteros.

A menudo, la gente no puede defenderse con éxito, pero en 1982, cuando el gobierno de Carolina del Norte vertió a sabiendas tierra tóxica en el condado de Warren, predominantemente negro, los residentes pasaron a la acción.

Los activistas bloquearon los camiones de reparto y emprendieron acciones legales contra el Estado.

Hoy, un monumento histórico recuerda su lucha contra el racismo medioambiental.

Los movimientos por la justicia racial incluyen la protección del ambiente y de las personas que lo habitan, porque todas las personas deben tener un lugar seguro y saludable al que llamar hogar.

Únete a la campaña del Smithsonian Our Shared Future: Un ajuste de cuentas con nuestro pasado racial para comprender mejor lo que fue y crear lo que puede ser.